Pienso en cuántas veces caemos en la trampa de comernos unas galletitas de más, sólo porque estaba el paquete ahí, abierto, al alcance de la mano. ¿Cuántas veces abrimos ese paquete de papafritas que era para la noche? ¿O cuántas veces -de madrugada- nos comimos la otra mitad del chocolate ese que habíamos guardado para el otro día? Con las drogas pasa lo mismo. Muchas veces, al adicto le encantaría poder aguantarse hasta la noche, pero no tiene conducta y si tiene fácil acceso, cómodamente cae en la tentación. Pienso en una cajita anti tentaciones . Con cerradura que se abre por tiempo: Guardás lo que te tienta (dulces, morfi, chupi, fumo, etc) y vos, adicto, podés aguantar un rato más sin consumirlos, porque ya sabemos que si por vos fuera, te aguantarías. No ves que voluntad, tenés, hasta te compraste esta caja. Mirá, ahora usala. Guardás lo que no querés tocar o que toquen durante un tiempo, la cerrás y no la podés abrir hasta el momento que setees la alarma. Pueden ser minu...
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